Se espera que una fuerte tormenta solar golpee la Tierra el martes (19), lo que puede causar interferencias con las señales GPS y de radio, los satélites e incluso la red eléctrica. La NASA predice que se producirá un impacto directo al principio del día. Otros modelos matemáticos, sin embargo, extienden este período hasta el jueves (21).

El viernes pasado (15), el Sol expulsó un filamento de plasma largo e inestable, que está "bailando" lentamente hacia nuestro planeta, como una serpiente en movimiento. Vea el momento de la erupción, también llamado "llama", registrado por el Observatorio de Dinámica Solar:

Debería golpearnos duro, pero es difícil predecir su fuerza y orientación magnética. Se espera un evento desde el nivel G2 (moderado) hasta G3 (fuerte). Si está en este último nivel, puede causar:

Daños a los satélites en órbita terrestre
Fluctuaciones en las redes eléctricas
Interrupciones en el sistema GPS
Interferencia con señales de radio
Falsas alarmas en dispositivos de seguridad
Gama intensa y amplia del mundo
Aparte de estos pequeños inconvenientes en nuestros sistemas de comunicación y energía, no hay riesgo de impactos catastróficos en el planeta.

¿Por qué sucede?

Las eyecciones de masa coronal (EMC) son ocurrencias bastante comunes en el Sol. Pero solo unos pocos de ellos van directamente a la Tierra. Estas nubes de partículas cargadas del Sol interactúan en el campo magnético que existe en la Tierra, causando cambios.

Su velocidad también varía mucho; cuanto más rápido llega aquí en 15 horas, otros tardan días. Pero ni siquiera sentimos los efectos de la mayoría de ellos.

La consecuencia más hermosa suele estar en el cielo. Una CSSD suele causar auroras boreales y australes muy intensas, visibles en latitudes más bajas de lo normal, como el norte de los Estados Unidos, Nueva Zelanda y el sur de Argentina y Chile.

Cuando sus partículas cargadas eléctricamente llegan al campo magnético de la Tierra, pueden descender a través de los polos Norte y Sur, interactuando con los gases de la atmósfera. Esto libera energía en forma de fotones (partículas que componen la luz), que crean los colores y formas danzantes en el cielo, a los que llamamos "auroras".

Registro de una aurora boreal en capas
Imagen: Pixabay
Actualmente, el Sol está pasando por un período de alta actividad, lo que explica la mayor incidencia de auroras, tormentas geomagnéticas y otros fenómenos recientes. En marzo de este año, hubo dos eventos moderados.

Los llamados "ciclos solares" duran unos 11 años, alternando calma y actividad. Este es el ciclo 25, es decir, el vigésimo quinto desde que comenzaron las observaciones formales en 1755. El número de manchas solares también sigue aumentando, y se espera que alcance su punto máximo para 2025.