Graves daños está causando el incendio de grandes proporciones dentro del Parque Nacional Caazapá. Unas 7.000 hectáreas, de las 16.000 que tiene la reserva, fueron destruidas por el fuego hasta ayer.

SAN JUAN NEPOMUCENO. Mediante un vuelo en avioneta sobre el Parque Nacional Caazapá se pudo observar lo que podría llamarse una catástrofe ambiental, considerando los daños irreparables que está dejando a su paso el fuego. Áreas con añosos árboles y habitados por innumerables animales silvestres de diversas especies fueron consumidos por las llamas.

La reserva abarca este distrito, Abaí y Tava’i. Los incendios comenzaron hace unos 22 días con pequeños focos que fueron sofocados rápidamente, pero desde hace diez días comenzaron otros núcleos de fuego que se volvieron incontrolables, según explicaron los bomberos.

Grupos de bomberos de los distritos de Caazapá, San Juan Nepomuceno, Minga Guazú (Alto Paraná) y Brigada Forestal de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) están combatiendo el fuego en diferentes sectores de la reserva. Son más de 50 y cuentan con apoyo de un avión hidrante de la SEN.

Las tareas coordinadas comenzaron el miércoles último y el avión hidrante tuvo como base la pista de un establecimiento ganadero del distrito de San Cristóbal, en el límite con Alto Paraná. En ese lugar también se instaló el comando de incidente a cargo de Francisco Antonioli, director general de Gestión de Riesgo de la SEN.

Además, en el lugar trabajaron los bomberos forestales de la SEN, dirigidos por Jorge Figueredo y los de la compañía de CBVP K 142 de San Juan Nepomuceno, a cargo de Andrea Caballero.

El ministro de la SEN, Joaquín Roa, explicó que los bomberos tienen dificultad para llegar hasta los focos de incendio y por eso decidieron atacar por aire mediante el avión hidrante. Tras el sobrevuelo se pudo comprobar que hay dos sectores importantes con muchos núcleos de fuego.

Roa agregó que hay sectores en los que no se puede llegar por tierra debido al accidentado terreno y presencia de cultivos de marihuana. En esas condiciones, la opción más rápida es atacar por aire los focos de incendio y de esa forma se evita arriesgar la vida de los bomberos, dijo.